Qué es La Caída Discos.

Aquí abajo está la chapa que daba antes. Ahora La Caída Discos es solo un puto friki viejuno, cínico, cansao y amargao grabando mierdas de música en su casa.

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Antes de La Caída Discos, existió La Caída, a secas. Antes de La Caída, existió Bajo Cero. Y Bajo Cero surgió de una escisión de SKP.

En La Caída, a secas, editábamos libros, discos, hacíamos chapas, camisetas, organizábamos conciertos, lecturas, eventos, etc... todo desde una perspectiva transformadora ubicada de algún modo en el pensamiento y la acción anticapitalistas, con cierta atención a temas animalistas. El nombre de La Caída se inspiraba en el libro homónimo de Albert Camus y en el hecho histórico de la caída del imperio romano, que consideramos que guarda un parecido razonable con los tiempos que vivimos hoy.

2012. La Caída se convierte en La Caída Libros y La Caída Discos, La Caída Discos pasa a ser un proyecto individual finalmente. Sigo encargándome de la maquetación y la imprenta de La Caída Libros, pero el sello editorial ahora es parte de la estructura del CEPRID, y será gente asociada al CEPRID quien gestione la editorial. Yo procuro no meterme en su rumbo y solo cumplo labores técnicas.

Asumo La Caída Discos como un proyecto que incluye labores de netlabel, alguna edición física muy limitada de vez en cuando, informaciones sobre actividades propias o de gente afín, y colaboraciones con otros proyectos. La Caída Discos soy yo haciendo cosas relacionadas con la música, sin olvidar esa perspectiva anticapitalista y militante en grados variables dentro de proyectos que se pueden considerar relacionados de algún modo con una alternativa transformadora, o que me esfuerzo en convencerme de que lo están. Podría dedicarme a hacer "arte por el arte", pero jamás me he creído esa milonga y aunque lo intentara, no me saldría: soy visceral, primario y bruto, y no me llevo bien con la tibieza, la falsa equidistancia "apolítica", la ambigüedad y las mierdas etéreas con ínfulas de abismalidad y trascendencia. No en este puto mundo.

Hago La Caída Discos para editar mi propia música en la red y a veces en Cd-Rom. No tiene mucho sentido que otros proyectos se acerquen a La Caída Discos cuando internet facilita el mismo trabajo que realizo yo. Eso no significa que esté cerrado a editar materiales de terceros, sino que ningún tercero tiene especial interés en encargarme a mí el trabajo que perfectamente pueden hacer ellos por su cuenta y bajo su control.

Lo hago para grabar y/o editar música de proyectos en los que participo de algún modo.

Suelo donar ediciones físicas a sindicatos, colectivos, distris alternativas... para que su venta les financie. Es ridículo pensar que en estos tiempos la venta de discos financie nada, pero ese concepto de venta es una cuestión ideológica que se aplica en la práctica de esta manera.

Suelo donar en metálico a esos mismos colectivos, aunque no gracias a la ventas físicas o vía internet. Cuando las finanzas lo permiten, o de manera mucho mas sencilla y cotidiana: si me invitan a tocar en un Ateneo o CSOA, pagando la entrada de "mi" propio concierto o negándome a que paguen, ni siquiera la gasofa o los piscolabis. Por ejemplo.

Últimamente no estoy de acuerdo en dejar "gratis total y ahora, ¡ya!" las descargas de los discos que edito. Creo que hay algo perverso en ese "dame, dame, dame, todo gratis y ahora mismo" que ha fomentado internet; una especie de mutación monstruosa del leit motiv del capitalismo, 2+2=5, ¡¡más, más más!! Para empezar, implica muy a menudo la falta de valoración del trabajo ajeno. Y no me refiero a dinero, sino a reciprocidad, comunicación, retroalimentación, feedback. Si un disco te gusta y te lo ofrecen con un simple click, sin cobrar, sin esfuerzo por tu parte, al menos cumple tu parte ética del trato: expresa tu opinión, agradece o despotrica si lo consideras necesario y si tienes cómo hacerlo.

Por eso mismo, los discos que edito están colgados en la red, en servidores como Mediafire, gratis para descargar. Pero no te ofrezco un link. Si de verdad te interesa, búscalo. Y si la música está colgada en un Bandcamp, y de verdad la quieres tener en tu reproductor o móvil, haz el esfuerzo de averiguar cómo bajártela desde allí. O escríbeme pidiendo el link de la descarga directa.

Me dijeron que Lenin decía que la prensa obrera no puede ser gratuita; quizá me dijeron mal, no lo sé. Recuerdo cuando encontrar un disco imposible en las cubetas de tercera mano establecía un nexo único con el pedazo de cultura que acababas de adquirir. Recuerdo que sentía lo mismo cuando en el 92 compraba los 7" de hardcore en los puestos de Tirso de Molina. Me preguntaba sobre la banda que había detrás del logo y los surcos, me interesaba por su recorrido, en los zines y la comunicación verbal de la "escena" (fuera eso lo que fuese); acudía a los conciertos de los CSOA a adquirir el material de manos de la propia banda. Con mi esfuerzo por adquirir otra cultura con otra ideología, con mis aportaciones monetarias dentro del "no pagues más de", ayudaba a generar pequeños, minúsculos flujos económicos que se escapaban en parte del capitalismo: financiaba colectivos, sindicatos, creaba tejido propio y antagonista al sistema. Apoyábamos económicamente iniciativas que eran nuestras, que había que mantener y financiar, nos implicábamos.

Sigo el mismo principio. "Mis" discos no son gratis total. Requieren de tu tiempo y algo de esfuerzo.
Aunque sean cinco clicks en lugar de uno sólo en Megaupload.
Y si pagas un euro por un LP o EP, parte de ese euro irá a parar a un sindicato combativo o a un colectivo animalista o ecologista.
No quiero tu dinero, quiero tu complicidad.

Nos vemos

David

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